Nace la tercera hija de Carlos Alfredo Fatule

Carlos Alfredo Fatule anda saltando de felicidad. Ema Alejandra, su nueva hija, acaba de nacer (¿el muchacho sólo da hembras?). Vino al mundo el lunes en una clínica de La Romana. La noche del martes la mostró a los televidentes del programa “Con Freddy y Punto” (canal 9). “Mi esposa y yo nos sentimos muy felices por el nacimiento de mi niña, para gloria de Dios”, manifestó Carlos Alfredo a MASVIP. Es la tercera hija del artista. Las dos anteriores, Stephanie y Karla, fueron fruto de su matrimonio con Tania Báez.
La niña nació bien sana y no se despega de su madre, Yohana Deppol (quien también tiene a Chanell). Ella y Carlos Alfredo contrajeron nupcias en diciembre del 2006. Se recuerda que la unión se dio primero en una ceremonia civil impartida por la Magistrada Josefina Gómez. Como testigos firmaron la hija mayor del artista, Marielle Stephanie Fatule, sus hermanos Carlos Manuel Fatule, Celis Vásquez de Fatule, Charles San Miguel, Vivian Fatule de San Miguel, Freddy Simó y Fazileh Fatule de Simó.
Presentes en la ceremonia estuvieron los padres de Carlos Alfredo; Don Carlos Fatule y su Esposa Zoila Luz de Fatule, la hija menor de Carlos Alfredo, Karla Fatule y Chanell Ávila Depool, hija de de la esposa de Carlos Alfredo. Luego el Pastor Molina Rosario leyó la palabra del Señor y Oró por la feliz unión matrimonial. Dios oyó este pedido especial.
En ese diciembre del 2006, Carlos Alfredo dejó la soltería luego de dos años de divorciarse de la conductora de televisión Tania Báez, con quien mantuvo 18 años de matrimonio.
Carlos Alfredo vive una nueva etapa en su vida personal, abrazado a la fe cristiana. "Jesús es la salvación de cualquiera, y solo en él se puede encontrar la tranquilidad y la serenidad, mientras otros buscan otro Dios, yo busqué a Jesús, que es quien me ha dado esta paz que hoy exhibo".
El artista sostiene que ahora vive para servirle al Señor, y no se cansa de dar gracias por la transformación que ha visto en su vida. "La vida tiene momentos tristes y desesperantes, y entonces vienen los vacíos y es cuando uno se tambalea, y vienen la intranquilidad que necesita el ser humano".