18 marzo 2008

Rubirosa, el gran "playboy" dominicano


Sus conquistas le hicieron leyenda...


Visionario, seductor, perfecto caballero, así era el dominicano Porfirio Rubirosa. Diplomático, piloto, polista y boxeador. También fue un gran conversador dotado de una labia fascinante y de muy poco pudor, que conquistó a las mujeres más ricas, famosas y deslumbrantes de un mundo en el que el glamour era protagonista.
Visionario, seductor y caballeroso

Bajito de estatura, no especialmente guapo, su persistencia le hacía lograr todo lo que se proponía. Era de la opinión de que para salir con mujeres no había que ser rico sino aparentarlo.Sobre Rubirosa se han dicho muchas cosas pero quizá lo que más nos acerque a su personalidad son las palabras que le dijo a un amigo: "Si tú quieres entablar una conversación con una joven que te agrade, especialmente en la calle, sólo tienes que acercártele y decirle 'Por favor ¿podría usted decirme donde queda la acera de enfrente?', cosa que ella va a encontrar muy extraña y pensará que usted busca un motivo tonto y hasta jocoso para conocerla. De ahí puede surgir una conversación que podría convertirse en una amistad o quién sabe hasta en un romance".


Descaro, impudicia, era su método de seducción.Rubirosa nació en 1909 en San Francisco de Macorís, República Dominicana, en el seno de una familia de clase media.Cuando tan sólo tenía seis años de edad, su padre, quien era militar, fue nombrado Jefe de la Legación diplomática dominicana y la familia se trasladó a París en la Europa de la Primera Guerra Mundial.El mudo de Rubi (apelativo familiar por el que más tarde sería conocido por la "jet set") se transformó. El ambiente bohemio y cosmopolita de la ciudad donde transcurrió su infancia fue determinante en la formación de su personalidad, siempre inclinada a los placeres más mundanos. En 1926, su familia se transfirió a Inglaterra pero Rubirosa (entonces con 17 años) se quedó en Calais (Francia), donde conoció al príncipe Ali Khan, con el que mantuvo una amistad que duró toda su vida.Fue también en el Instituto de Calais donde nació la leyenda del tamaño desproporcionado de su miembro viril, leyenda sobre la que más tarde se haría una guaracha que cantaban en medio mundo: "¿Qué será, será lo que Porfirio tendrá?".Sus padres y hermanos regresaron a Santo Domingo y dejaron de enviarle dinero, por lo que inició su 'carrera' como amañador de combates de boxeo.Coinciden en el tiempo la muerte de su padre y la llegada al poder en República Dominicana de Rafael Leónidas Trujillo, del que sería yerno y sicario, en 1930.Tal como le prometió a su padre en las últimas horas de agonía, ingresó en la Universidad para cursar la carrera de derecho, pero el destino le llevó por otros derroteros cuando conoció a Trujillo; el dictador dominicano quedó deslumbrado ante la desbordante personalidad del joven, y le otorgó el cargo de oficial de su guardia personal.No fue hasta dos años después cuando Rubirosa conoció a Flor de Oro Trujillo, la hija del mandatario y primera esposa del legendario seductor.

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